Los celos exagerados son un claro indicador de baja autoestima e inseguridad en uno mismo, estos se originan en el miedo de perder al ser amado, puede destruir a la pareja y causar mucho daño porque generan una gran desconfianza.
Es importante descubrir de donde viene esa inseguridad y trabajar en el afán de posesión de la otra persona.
La manifestación de los celos
Los celos se manifiestan cuando la persona desconfía de su pareja y la interroga acerca de sus actividades (universidad, trabajo, amigos, etc.) Expresando malestar y enfado, cuando encuentra a su pareja conversando con alguien, al generar una cita con amigos, sin estar él o ella presente.
La desconfianza es mayor cuando este no logra una confesión del con quién estaba hablando, qué estaban hablando o con quién se reunió, generando trampas en la conversación para obtener información.
La persona que sufre los celos, casi que desearía un reporte o informe a diario sobre su pareja y para eso lo o la hostiga constantemente.
¿De dónde surgen los celos?
En los primeros años de vida no identificamos que exista un mundo externo, todo es placentero, tenemos a disposición todo lo que necesitamos con solo pedirlo.
Creamos un sentimiento de displacer/frustración creciente, proveniente del deseo de querer que me den el gusto (podría ser un juguete o comida), obtengo placer y una caída de la cantidad (frustración/displacer), al lograr la atención de mi madre o padre, me proporcionó placer inmediato en respuesta.
En la etapa de bebes, vamos construyendo un análisis en donde observamos que me adapté, condicioné, aprendí que cuando lloro me dan el pecho, que cuando pataleo me dan el gusto, que cuando me quedo de brazos cruzados con el ceño fruncido y sin hablarle a nadie, alguien vendrá a consolarme y consentirme
Los celos también pueden ser manifestados por algo que llamaremos "eufemismos" en donde se expresa algo que es considerado "malo, extraño, anormal, enfermo o patológico", pero de una forma casi oculta o disfrazada.
La persona que sufre los celos no reclama, ni exige un reporte o informe, ni se presenta como una persona desconfiada, pero tienen actitudes groseras y denigrantes hacia la pareja, proyectando toda esa inseguridad y miedo al otro. También intentan minimizar a nivel profesional, social y/o personal a la pareja, criticado las actividades que realiza el cónyuge (como algún deporte que practique, el tipo de música que escucha, el gimnasio, las fiestas, etc.)
Adicionalmente, termina por criticar directamente a la persona y a su entorno social (su físico, su personalidad, sus valores, su familia o amistades) con la finalidad de no sentirse inferior en ningún momento.
¡RECUERDA! Los celos, no son amor
Miedos que se reflejan en los celos:
- Miedo de perder esa exclusividad
- Miedo a que se cometa una injusticia
- Miedo a que el amor se acabe
- Miedo a nunca encontrar la felicidad
- Miedo a que todos los valores inmaculados no se practiquen para mi vida.
Vivir una relación desde el miedo, nos lleva a que comenzemos a buscar pistas, a controlar a nuestro nuevo objeto de amor para que no nos abandone o traicione, comenzamos a creer que nosotros tenemos el control. Esto anula la existencia del otro y per se sus creencias de justicia, amor, felicidad y valores, causando mucho daño.
¡Pedir ayuda es importante!
La asistencia o intervención de un profesional es la primera recomendación, para descubrir todo el trasfondo de nuestros malestares y miedos.