La procrastinación es la dificultad de iniciar actividades y comprometerse con las mismas, a pesar de la relevancia para la persona.
Es así que, en la procrastinación, se da prioridad a actividades diferentes a las propuestas inicialmente y se termina postergando la realización de la tarea principal; lo que resulta en conflicto con la consecución de los objetivos.
¿Cómo funciona la procrastinación?
Imagina que tienes que entregar un trabajo importante, una investigación o hacer una entrega de un pedido, antes de dedicarte a trabajar en esto, piensas, mejor me pongo cómodo y me cambio de ropa, al pasar por la cocina piensas en prepararte un té, pero al abrir la alacena observas que no has comprado algunas cosas que se están acabando, así que vas al escritorio en búsqueda de algo donde tomar nota, pero te das cuenta que hay un recibo que no cancelaste, así que regresas a buscar tu celular para realizar el pago en línea, pero al ver el celular notas que esta descargado, al ver la hora observas que pasaron ya dos horas y ahora esta muy tarde y te encuentras tan cansado como para enfocarte en la tarea inicial, pero con la complejidad de que no solo no hiciste una tarea, si no que dejaste muchos pendientes
La consecuencia que esto genera es agotamiento mental, estrés y/o un sentimiento de culpa y empiezas a preocuparte-agobiarte por el poco tiempo generando un sentimiento de poca eficiencia y baja productividad.
Procrastinar es postergar, diferir, y se trata de un hábito que a medio-largo plazo tiene consecuencias indeseables en distintas esferas de la vida, como la laboral, la de pareja, la de las relaciones sociales o la etapa académica.
Retrasarse en una tarea puede ser causa de amonestación en el trabajo, y no afrontar el estudio por disfrutar con los amigos puede originar un fracaso académico.
No solo supone un enemigo de la eficiencia en términos objetivos por el aplazamiento de tareas concretas, sino que podemos encontrarnos, incluso, aplazando decisiones de índole más trascendente, que conlleven consecuencias más complejas. Retrasarse en una tarea puede ser causa de amonestación en el trabajo, y no afrontar el estudio por disfrutar con los amigos puede originar un fracaso académico.
Sin embargo, identificar la procrastinación en ocasiones puede resultar difícil, pues a menudo se camufla entre un gran abanico de emociones. No obstante, es importante poder hacerlo, dado que es una dinámica que frena nuestra vida y en algún aspecto la detiene, alejándonos de nuestros objetivos y en ocasiones, incluso de nuestros valores.
Es por ello, imprescindible la organización coherente, la priorización de los objetivos y la gestión eficiente de nuestros recursos.
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