Los problemas sexuales hacen referencia a distintas patologías o circunstancias que no permite tener relaciones sexuales placenteras.
Los problemas sexuales suelen ser multicausales es decir no se dan solo por un motivo, generalmente hay varios aspectos implicados, pueden deberse a causas tanto orgánicas como psicológicas.
Al iniciar un proceso psicológico para tratar los problemas sexuales, primero se deben descartar posibles causas orgánicas. Es decir, problemas de salud.
Entre las más comunes de tipo psicológico, pueden estar relacionadas con una educación represiva o inhibitoria de lo sexual, manejo de información sexual confusa o errada, un estilo de relacionarse de forma obsesiva y insegura, bajo autoconcepto, ansiedad, miedo a no satisfacer a la otra persona y altas expectativas en el desempeño sexual, entre otros.