¿Qué es la gestión De Situaciones Problemáticas Y Toma De Decisiones?
Muchas veces, para encontrar la solución a los problemas que se nos pueden presentar en la cotidianidad, basta con cambiar la perspectiva y tener la capacidad de mirar el problema desde otro ángulo.
Desde la psicología, se busca dotar a las personas de nuevas estrategias y recursos para afrontar y resolver los problemas con el fin de mejorar su capacidad para la toma de decisiones.
La toma de decisiones en la vida real
Muchas veces, la dificultad en la toma de decisiones se debe a que esperamos la aprobación o la opinión de los demás.
Estamos más habituados a tomar decisiones de lo que creemos, lo realizamos a diario, en el minuto a minuto, sin embargo, en ocasiones se presenta la dificultad en la toma de estas decisiones.
Esto es lo natural, en especial cuando se trata de algo complejo y trascendental para nuestras vidas, detenerse a pensar y evaluar alternativas antes de actuar es lo más sabio. Pero cuando no logramos una respuesta o cuando no lo hacemos a tiempo, se convierte en un obstáculo.
Esta dificultad de tomar una decisión se traduce en un constante ida y vuelta, en la rumiación permanente sobre qué hacer, así empieza un bucle sin salida.
• Perfeccionismo: para una persona que se rige con altos estándares de perfección, nunca nada es suficiente. Como todo es mejorable, las condiciones nunca son las correctas.
De este modo, no hay manera de ser practico al momento de ejecutar y el pensamiento se queda en la dificultad de encontrar la posibilidad de crecer y mejorar
• Procrastinación: en muchos casos, el hecho de no activar una decisión tiene que ver con postergarla de manera indefinida, lo que sucede es que el asunto queda sin resolver porque surgen otras prioridades, así, la indecisión se mantiene en el futuro.De este modo, no hay manera de ser practico al momento de ejecutar y el pensamiento se queda en la dificultad de encontrar la posibilidad de crecer y mejorar
• Miedo e inseguridad: el temor a equivocarnos es una de las razones que paraliza la toma de decisiones.
• Excesiva dependencia de la opinión de los demás: muchas veces, una decisión se posterga porque esperamos la aprobación o la opinión de los demás, esto se vincula con el punto anterior, ya que denota una cierta falta de seguridad y de confianza en el propio criterio.
• No sabemos cómo hacerlo: puede suceder que nos enfrentemos a una decisión trascendental, pero no sabemos por dónde empezar.
Consecuencias de la indecisión
• Se pierden oportunidades: dar vueltas en la toma de decisiones hace que, no nos definamos respecto a una situación en el momento justo.
• No tomar decisiones influye en el estado de ánimo: la persona experimenta frustración, ansiedad por asuntos no resueltos o permanece rumiando sobre el tema de interés. De este modo, se produce un enorme gasto de energía.
La mayoría de las veces, el problema no se encuentra en la decisión que debemos tomar, sino en otro lado: en esas creencias o prejuicios que tenemos en torno a algo, sin embargo, si no afrontamos el asunto y nos responsabilizamos por decidir, de igual modo hay consecuencias.